El
vino ha servido como la bebida acompañante de distintas celebraciones desde su creación,
ha pasado de ser una bebida exclusiva para la realeza y los dioses, a ser
disfrutada por todo el mundo pero, ¿qué es el vino realmente?
Según
la Organización internacional de la viña y el vino, el vino se define como una
bebida resultante de la fermentación completa o parcial de la uva fresca o de
su mosto, sin embargo existen varias etapas en el proceso de lograr la
complejidad de sensaciones que solo en vino puede lograr
Iniciando
por la recolección, el momento
exacto de cosecha será cuando la uva muestre un estado idóneo de maduración
(temprana en el caso de la cepa Merlot), pasando por la molienda para extraer
los jugos del fruto, seguido del almacenaje de este o “encubado”, para su próxima
fermentación y maceración. Haciendo real énfasis en este punto del proceso,
pues es durante la fermentación que los azucares (glucosa y fructuosa)
contenidos en el mosto se transformaran en alcohol, y gracias a la maceración,
el intercambio de compuestos entre partes sólidas y liquidas, que el vino
empezara a presentar los sabores y matices presentes en alguno de los componentes,
aportando fundamentalmente color y aroma. Una vez en este punto se lleva acabo
el prensado para extraer todo el líquido posible, prosiguiendo con una segunda fermentación,
cuyo proceso químico rebaja el carácter ácido del vino y lo hace mucho más
agradable al gusto. Luego sigue el trasiego, en el cual, buscando
eliminar los sedimentos sólidos y de airear el vino, se le cambia varias
veces de recipiente. Con el mismo fin, se somete al vino a una clarificación y,
de ser necesario, un filtrado para luego
proceder con su embotellamiento, en donde evolucionara asimilando el oxígeno
dentro de su ambiente reducido, envejeciendo y estabilizándose buscando equilibrio
en sus aromas.
Comments
Post a Comment