Estos son sus acompañamientos:
El Merlot es una de esas cepas que realmente nos permite desarrollar una infinita lista de platos y sabores para maridajes. Les invito a preparar una rica receta y descorchar su Merlot favorito.
Frutoso. Así podríamos describir el Merlot en una sola palabra. Sus aromas predominantes son frutilla, frambuesa, ciruela y guinda. Pero tiene muchos otros rostros. Puede tener un lado más fresco o complejo, dependiendo del clima y de los suelos donde crezca. Por ejemplo, Marques de Casa Caoncha Merlot es un vino muy fino, de cuerpo medio y con una acidez bien pronunciada, mientras Casillero del Diablo Merlot camina por el lado más jugoso y frutal. Tiene un cuerpo voluptuoso, pero la flexibilidad y suavidad de sus taninos nos permite beberlo sin demora.
El Merlot, además, es una cepa muy versátil a la hora de los maridajes. Pero atención. Parece corpulenta, pero no lo es tanto. Trátenla con delicadeza. Eviten las salsas muy pronunciadas que atenten contra su carácter aterciopelado y redondez. Prefieran salsas de berries o reducciones con el mismo vino. Favorezcan los platos ligeros, finos y sabrosos, que resaltarán la suavidad de sus taninos. No se preocupen. Hay una amplia paleta de opciones gastronómicas a su disposición.
1.- Masas
Esta variedad está absolutamente hecha para acompañar pastas y pizzas. En la cocina italiana encuentran salsas atomatadas con ragú o albóndigas de carne, con mucha albahaca y orégano. También atrévanse a probar masas con varios quesos, como el clásico quatro formaggi o macaroni and cheese. En mi casa destapo Trio Merlot con unos fetuccini con pesto casero. Y es una delicia. Tampoco se olviden de la Moussaka griega o la lasaña.
2.- Carnes
Nuevamente el Merlot es muy versátil y sirve para acompañar muchas proteínas, desde pescados grasos (salmón o atún) y aves hasta carnes rojas. Todo depende de la preparación y los sabores. En el caso de los pescados, elijan la parrilla para dar una extra capa de sabor para un vino tinto. Y al revés. Para las carnes rojas privilegien la cacerola. Además, esta cepa adora todas las recetas con carne molida. Una hamburguesa gourmet y Casillero del Diablo Merlot puede ser un sueño para nuestro paladar.
3.- Verduras y bocadillos
Si no tienen idea qué preparar para un picoteo y menos qué vino descorchar, no se compliquen más de la cuenta. Están listos con una botella de Merlot y una tabla de charcutería y quesos maduros como Gruyère o Cheddar. Personalmente adoro el salami con Merlot. Prueben y después me cuentan si tengo razón.
Por otro lado, las verduras grilladas (zapallo, papa camote, cebolla, pimientos, berenjena, tomate, champiñones, etc.) son una opción muy natural. Pueden ser un excelente acompañamiento para la carne, parte de una ensalada o un plato vegetariano. Viertan una salsa marinara junto a las verduras grilladas y tendrán un ratatouille deconstruido. No se olviden: los vegetales grillados y ahumados se aman con el Merlot.
4.- Picante
Porque el Merlot tiene un marcado dulzor natural, acompaña muy bien los platos especiados o picosos, como un Tex-Mex chili con carne, un indio pollo tikka masala, un curry thai o una jambalaya criolla. Un consejo: si tienen ganas de un plato picante, pero no tienen tiempo para cocinar algo oriental, elijan su proteína favorita, como unos dados de pollo a la plancha, y agreguen una pizca de merquén chileno. Esta fabulosa especia mapuche levanta el plato. Le confiere un picor entretenido y sabores más profundos. Va perfecto con Trio Merlot, que además cuenta con porcentajes de Syrah y Carmenere.
5.- Horno
Literalmente va muy bien con casi todo tipo de platos al horno, como piernas de pollo, pavo navideño, costillas de cerdo, pato y pastel de carne (meatloaf). Mi truco es siempre poner por encima unas hojas de laurel y ramitas de tomillo y romero, además de algunas aceitunas verdes y negras. Es demasiado rico este maridaje con Merlot.
6.- Recomendación
Por último, si tienen la fortuna de conservar una cosecha más antigua de Marques de Casa Concha, preparen un plato más gourmet. El vino lo merece. Puede ser un cordero al horno o un filete Wellington. Pueden acompañar su carne de res con salsas que contengan tomillo, champiñones silvestres, trufas y berries silvestres. Así se aseguran que los aromas y sabores interpreten una verdadera sinfonía.
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